"¿Qué día es?" preguntó Pooh. "Es hoy" chirrió Piglet. "Mi día favorito" dijo Pooh.

domingo, 26 de junio de 2011

Historia de verano con final feliz

Estamos en verano. En las llanuras cerealistas del centro peninsular es tiempo propicio para la cosecha del cereal, fechas que se solapan peligrosamente con la época de abandono del nido de los nuevos ejemplares de aguilucho cenizo.

Como es sabido, esta preciosa ave tiene como costumbre hacer sus nidos y criar su prole en el interior de los campos de cereales. Dependiendo de la climatología, hay algunos años en que la cría se retrasa un poco, a la vez que la recogida del grano se adelanta. La coincidencia de las cuchillas de las cosechadoras segando la mies a un palmo escaso del suelo, con la permanencia en el nido de los polluelos, suele acabar en pavorosa tragedia.

Desde la cabina de una cosechadora es muy difícil distinguir un nido de aguilucho entre la frondosidad del cereal. Existen bastantes probabilidades de que pase desapercibido o de que la detección se produzca demasiado tarde para detener la gigantesca máquina.

El otro día unos buenos amigos agricultores se encontraron con esta circunstancia y afortunadamente tuvieron tiempo y reflejos para reaccionar. Además, a mi juicio, actuaron maravillosamente demostrando su buena fe y preocupándose por los polluelos más allá de lo que recomiendan los expertos para estos casos: rodear el nido esquivándolo y dejar un pequeño perímetro de cereal sin segar a su alrededor para que sigan en su ambiente como si tal cosa.

Ellos pensaron que dejar un sospechoso corrito de cereal en el medio de un rastrojo perfectamente rasurado junto a una carretera de tránsito, era bastante llamativo y peligroso. En su lugar, decidieron hacer una pequeña covacha en una de las carriladas de paja dejadas por la máquina, que pudiera cobijar a los cuatro polluelos de los abrasadores rayos del sol del mes de junio y a la vez les permitiera pasar desapercibidos.

Ocho días después, orgullosos de su acción y sabedores de mi afición por las aves, me llevaron un momento a ver estos pollos. Hicimos una visita fugaz para molestar poco. Su aspecto era inmejorable, como lo demuestran estas pocas fotografías tomadas con el teléfono, señal inequívoca del éxito de su proceder y de que los padres los siguen alimentando en su nueva ubicación.

Aspecto del nido en el interior del rastrojo. 23 de junio de 2011.

Escondrijo habilitado para refugiarlos. Los pollos siguen utilizándolo 8 días después de su instalación, gozan de muy buen aspecto y ya han iniciado algunas mudas de plumón. 23 de junio de 2011.

Uno de los 4 pollos que ha salido a explorar los alrededores del escondrijo extiende las alas y abre la boca para indicarme que mi presencia no es bien recibida. 23 de junio de 2011.

viernes, 10 de junio de 2011

Saja-Besaya

Paisaje. 4 de junio de 2011


Bárcena Mayor. 4 de junio de 2011


Caracol. 4 de junio de 2011

Tritón palmeado. 4 de junio de 2011

Salamandra. 5 de junio de 2011


Salamandra. 5 de junio de 2011


Caballos pastando. 4 de junio de 2011



Potrillo. 4 de junio de 2011


Cascada. 4 de junio de 2011